La definición fundamental de trastorno psicológico, independientemente de la forma que tome, es en función del juicio de la sociedad respecto de lo que es conducta aceptable y este juicio implica ya sea la frecuencia o la intensidad de la conducta (Ross, 1980).
Por lo que se
afirma que una conducta problema es una clase de respuestas que, tomando en
cuenta su frecuencia, intensidad, duración y desviación de los estándares
socialmente aceptados, tiene consecuencias desfavorables tanto para el propio
sujeto, como para quienes lo rodean (Pineda F., et. al 1992).