El análisis conductual aplicado,
abarca un conjunto de técnicas de marcado carácter científico, cuya principal
virtud es centrarse en la conducta en lugar de supuestos procesos patológicos
físicos e intrapsíquicos. Los programas y técnicas de modificación de conducta
se han mostrado a lo largo del tiempo como estrategias científicas altamente
eficaces en la intervención, de conductas problemáticas.
Los modelos conductistas
destacan la importancia de la organización del ambiente en el aprendizaje del
sujeto, y entienden que dicho aprendizaje ha tenido lugar cuando se observa la
existencia de «cambios permanentes en el comportamiento del individuo
provocados por la interacción de éste con su entorno físico y social»
(Woolfolk, 1996: 196).
Este énfasis en la demostración
científica de que un tratamiento es el responsable de un cambio específico en
el comportamiento ha dado lugar a un continuo refinamiento de los
procedimientos relacionados con la modificación de la conducta.
Con respecto
a su eficacia, la terapia de conducta es en muchos casos una mejor alternativa
de tratamiento que la farmacológica. Resulta útil para los problemas y es más
tolerable para muchos usuarios en cuanto a que no presenta los efectos
secundarios asociados con los fármacos, y es igualmente eficaz en la prevención
de las recaídas.
González,
Guadarrama. G., (2019). El trastorno por déficit de atención como clase
jerárquica de respuestas. (Tesis que para optar por el grado de maestro en
psicología (educación especial) UNAM, FES-Zaragoza). Recuperado de http://132.248.9.195/ptd2019/octubre/0796306/Index.html